La última lamentación

A continuación, lo que nadie se atreve a decir, pero lo piensa, no son exactamente las palabras que te gustaría leer, pero sin embargo hay que escribirlas, escribirlas sirve como decirlas en voz alta para mí, para sentirme mejor de alguna manera, espero que puedan entenderme y no herir susceptibilidades personales. Escribí este texto como catarsis para asimilar situaciones asociadas a soportarlas como vienen y no poder hacer nada al respecto porque a alguien le va a incomodar la verdad, la cruda y dura realidad. 

No es sano decir siempre lo que el otro quiere escuchar, pero tampoco ser tan transparente y sincero, cualquier de los dos casos puede romper lazos de a poco o crearnos la ilusión que existen y en el fondo son tan efímeros, ¿para qué estar rodeado de gente que no te dice la verdad?, ¿para qué estar rodeado de gente que no tiene filtro para expresar sus opiniones?, el equilibrio entre ambas es fundamental para conservarlos. 

Me incomoda tragar entero y no poder decir nada, cuando las cosas no se resuelvan por más esfuerzo que le ponga, nos tenemos que manifestar de alguna manera, lo compartimos con otras personas que consideramos de confianza, hablamos, gritamos, lloramos, hacemos cualquier cosa para sentirnos mejor, conseguir saber si de alguna manera otras personas se han sentido así y como pueden dar otra perspectiva a las cosas.

Muchas ocasiones nos acercamos a las personas porque nos aquejan cosas en común, por conveniencia locativa o laboral, nos escuchamos, nos entendemos, nos desahogamos, y por etapas de la vida las relaciones evolucionas, mudamos de residencia, cambiamos de prioridades en la vida, o vamos perdiendo el interés mutuo, ¿para qué darle vueltas a lo mismo si somos prisioneros de nuestros errores?, ¿para que seguimos en el círculo vicioso de hablar mucho y hacer poco? Como muchas cosas en la vida llegamos al punto de un estancamiento emocional que no nos permite vincularnos más, que no nos permite a volver a ser quien éramos al principio del acercamiento, tal vez porque la misma vida y nuestras decisiones nos van poniendo en diferentes sitios que no hacen encontrarnos.
Nos hacemos tan intensos que llegamos a alejarnos por lo mismo, lo que algún día nos unió también nos alejó, nos podemos cansar de tanta lamentación, las lamentaciones eran lo único que compartíamos alguna vez. Mas entonces ahora tengo que soportarlos, no puedo decir nada, si lo hago no lo entiendes, no entiendes que no es contigo mi molestia, y no me puedo desahogar contigo.

Es tan lamentable tener que guardar para mi tantas cosas que me pasan y que podríamos compartir, podrías aconsejarme, podrías tan solo escucharme, pero no te lo puedo decir porque no entiendes que ni tono, mi exaltación no es contigo, al parecer tengo que soportar todo lo que me hacen y tragar entero, he estado perturbada, pero no contigo, de alguna manera tengo que reaccionar, no soy de las personas que se quedan calladas, algo hay que decir, alguien tiene que decirlo en voz alta, pero si tanto te molesta, lo soportaré sola, es mejor no molestar a nadie con mis opiniones y manifestaciones de las inconformidades por las que paso; haré catarsis de otras maneras: escribiré al respecto para mí y no herir susceptibilidades en los demás y que lástima que no pueda hacerlo contigo después de soportar tantas cosas en compañía, hablar, llorar, gritar, huir, decirlo en voz alta, pero lo soportaré sola y solo se creará una barrera y limitarnos a decir que todo está bien y que debemos soportarlo, limitarnos a decir las nimiedades de la vida diaria.

Estoy incomoda, aunque debo de admitir que no regué ni alimenté mucho a las "plantas" el último año, pero me han dejado esperando tantas veces que me cansé  de esperar, no es necesario prometer cosas que sabes que no vas a cumplir solo por quedar bien, valoro más la transparencia y la sinceridad que frases que cualquiera quiere oír por oír y no hacer nada a la final; si  alguien  llega a necesitarme tendrá  que llamarme, este año  ha sido desafiante y me he tenido que acostumbrar a lidiar con situaciones nuevas,  aunque el tiempo me ha servido para despejar la mente, el cuerpo y curarme de muchas cargas  que llevaba  sola, a hacer cosas que antes no podía hacer por falta de tiempo y a brindar mi apoyo en el momento  oportuno  a las personas  que más quiero, he podido  acercarme más  a mí.

Tal vez es el tiempo de hacer un alto y dejar que las situaciones se lleven solas sin buscar o planear nada, dejar fluir para despejar el nuevo camino, llegó el tiempo de dejar atrás cualquier preocupación, llegó el tiempo de resolver mi propia vida, en la cual solo tiene cabida a quien le interese, las relaciones evolucionaron para des relacionarnos.

Me incomoda como la manera de comunicarnos  cambió, al punto de escribirnos  mensajes para cosas importantes, para preguntar:¿qué haces?,  o solo aparecer para pedir favores, sin incomodarnos en vernos o escuchar  nuestras voces, tantas aplicaciones, tantas redes sociales nos convirtieron en   impersonales y distantes, invertimos tanto tiempo en estar conectados que si tenemos a alguien frente, ese alguien está  mensajeando con otra persona, ignorando el hecho que la presencia debería  de ser tan importante  antes de tener tantas maneras de comunicarnos  y distanciarnos  al mismo tiempo a través de aparatos electrónicos.

Me incomoda seguir molesta y por eso lo escribí, por eso lo dije en voz alta, me despido de las lamentaciones a través de mis palabras íntimas y sinceras para manifestar mi última lamentación.


Todos los derechos de autor reservados ©

CONVERSATION

0 Comments:

Publicar un comentario