Tu ausencia
Te escribo porque quiero recuperar una tranquilidad que la escritura me da, y eso lo aprendí de ti, recordé que cuando era pequeña y comencé a escribir porque te veía en la máquina de escribir y yo estaba en una mesa y silla más pequeña que acomodabas para que estuviera a tu lado mientras escribías, y yo quería hacerlo también, te veías tan concentrado, tranquilo y feliz. Muchas veces nos leías a mi mamá y a mí lo que escribías con tanto entusiasmo, que desde que tengo uso de razón escribías, y ahora yo también lo hago desde hace más de 20 años, te agradezco por poner en mi camino la escritura que me mantiene con cordura y es una catarsis para expresar todo por lo que mi cabeza pasa y necesito exteriorizar.
Hemos pasado por tantas cosas buenas y no tan buenas, hemos estado más alejados que cerca y eso hace una opresión en el pecho, obstaculizando una sana relación para tener un corazón tranquilo. Papá: lo siento, lo siento por tantas veces que respondí con gritos y te echaba de mi vida, varias veces intenté tener una relación contigo pero no soportaba tantos desencuentros, ambos somos tan parecidos que ante el mínimo desentendimiento explotábamos, sin ceder ante el otro, yo estaba creciendo, formando mi propia identidad, conociendo puntos de vista y enseñanzas de las personas cercanas a mí que me orientaban y apoyaban, pero tú no admites pareceres diferentes al tuyo, cualquier cosa es impuesta como si tuvieras la última palabra, dificultando un intercambio de pensamientos en cualquier relacionamiento. Ante eso yo solo me rebelé y preferí alejarme de un círculo vicioso de ires y venires que no nos estaba haciendo bien a ninguno de los dos.
Más eso no quiere decir que como papá no te extrañara en mi vida, muchas veces deseé compartirte tantas cosas: triunfos, caídas, sueños, angustias, momentos, o simplemente pensamientos, hasta les tenía envidia a mis amigas porque tenían a su papá para vivir su vida juntos, caminar juntos, porque juntos se hace más fácil recorrer un camino.
Y después de muchos años, estoy aquí escribiéndote, poniendo en palabras lo que está atrancado dentro de mí haciendo una revolución por salir a flote y exteriorizarse mediante la escritura como una sanación del corazón, para continuar por un camino libre de resentimientos, reproches y sobre todo abierto al perdón.
Me armé de coraje para decirte que soy la mujer que soy en parte por ti, que llevo dentro de mí muchos gestos, hábitos, intereses y talentos provenientes de ti y te agradezco por eso, a pesar que nos pasaron los años y nos perdimos uno del otro y de tantas cosas, siento que necesito dejar todo eso atrás, sanar, perdonar y tal vez construir una nueva historia para nosotros, porque tu ausencia me marcó la vida, tantos resentimientos y reproches me están carcomiendo por dentro, me ahogan, me hacen doler el pecho y llevo un nudo en la garganta que necesita ser desenredado para poder reparar lo irreparable, que cada palabra de esta carta es escrita para mejorar mi vida, no sufrir más y seguir adelante con mi corazón más liviano.
Espero que recibas estas palabras con el cariño que las escribí, que logres sentir de la mejor manera que te agradezco por ser mi papá y que a pesar de tu ausencia te extraño para compartir y recorrer mi vida junto a la persona que me dio la vida, una vida que alguna vez estuvo llena de lazos entre nosotros, lazos que llevamos arraigados y que mediante la escritura logramos encontrarnos.
Me despido,
Tu hija.
Todos los derechos de autor reservados ©
3 Comments:
Publicar un comentario