Conversaciones de redención



Ella:  
¿Quieres salvarme?  
¿De qué quieres salvarme?  
¿Puedes solucionarme?  
¿Lo puedes todo?  
Pues a ver si puedes hacer que me arreglen mi coche   
que al puñetero le salta la quinta marcha,   
necesito irme el miércoles a mi querido pueblo que son fiestas,   
y no hay manera.  

¿Lo puedes todo?  
He sacado mi billete de avión para el miércoles   
y cuando ya tenía todos los datos introducidos,  
se cae la página,  
he llamado al teléfono que me ponen,   
no me dicen ni pío
 me dicen que la compañía no responde;  
¿Se han arruinado?  
Madre mía de los dolores del altísimo santo,  
y mi número de tarjeta volando 
por el espacio virtual del mundo mundial.  

Mi respuesta:  
Yo siempre quiero salvarte  
siempre estoy ahí para ello,  
pues aparecí para resolverlo por ti, y contigo,  
es más fácil hacerlo por los demás.  

Lo que puedo hacer por ti     
si mi coche está disponible,    
es llevarte a tu pueblo para que disfrutes las fiestas,   
y sino acompañarte a comprar el tiquete del bus 
que también puede llevarte hasta allá.  
 
Puedo ir contigo a la compañía aeronáutica   
y presentar la queja para que puedas viajar,  
puedo prestarte mi celular o teléfono fijo   
si necesitas comunicarte con alguien;  
lo puedo;  
y para ese dolor  
puedo calentarte una agüita con hierbas,     
para que te quite el dolor y tranquilice tu cabeza,   
puedo arroparte para que duermas y te recuperes,  
puedo velar tu sueño para que sientas que todo va a estar mejor,  
lo puedo.  

Todos los derechos de autor reservados ©

CONVERSATION

0 Comments:

Publicar un comentario