Ya no existes




El pecho se me agotó,  
ya lo fui todo,  
caduqué las opciones que tenía,  
se me acabaron los suspiros, 
se extinguieron las escasas expectativas en ti,  
se acabaron las fantasías,  
ya no estás en ese pedestal de perfección en el que te monté.  

Ya no hay lugar,  
finalmente, ya no existes,  
te esfumaste en el tiempo, en el espacio,  
has desaparecido para mí; 
eres como todos, 
caíste en el mismo error 
y tomaste el mismo camino de lo que siempre cuestionaste
 de incorrecto y común, 
te convertiste en la temida crítica, 
soy tu vicio, 
y no me puedes dejar 
porque pierdes el control y la racionalidad cuando me tienes al frente. 

Prácticamente hoy te entierro
 y te saco de mi universo en el cual no hay espacio para engaños
 y artificios para quedarte con todo sin medir consecuencias ni sufrir o sacrificar nada, 
aún no sabes lo que es perderlo todo, 
lo que es quedarte sin nada tan solo por actuar para satisfacer tu ego, 
no sabes amar, 
no sabes estar solo y entregar con transparencia, 
tus palabras no tienen validez ni credibilidad, 
tus actos sólo demostraron lo humano y común que eres, 
así te creas un ser superior por tus creencias y cultos practicados.

Comprobé lo que me temía, pero al menos ya lo sé,
ya me quité la venda de los ojos
que no me dejaba contemplar la verdad  
aunque fuese infinitamente dolorosa, abrumadora y fatal.

Adiós.


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