La vida misma te quebró,
por un largo tiempo
sentiste que perdías tú valor
y creíste que no eras capaz de dar la vuelta.
Construiste una muralla entre el mundo y tú,
pasó el tiempo y se convirtió en un hábito,
vives en una burbuja para ampararte y vivir tranquilamente.
Te convertiste en fragmentos de momentos,
en piezas que flotan en la nebulosa del olvido,
te convertiste en pasado,
en recuerdos fragmentados de ella.
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