Me dueles en el pecho,
como una daga caliente
atraviesas mis entrañas,
dejándome una sensación de impotencia.
Me duele tu necesidad,
tu precariedad,
tu hambre es mi hambre,
tu dolor es mi dolor,
me dueles en el alma.
Me pongo en tu lugar,
y me frustra saber
que sufres en silencio,
sin pedir ayuda,
sin palabras,
solo tu silencio.
Me dueles en el pecho,
desde la distancia,
desde mi encierro,
duele no poder abrazarte
y hacerte sentir tranquilidad,
duele no poder darte la mano
y hacerte sentir seguridad.
Las vulnerabilidades particulares
nos alejan para acercarnos,
déjame te consuelo,
déjame transmitirte bienestar,
aquí estoy para ti,
desde la distancia,
desde el encierro,
no te sientas en soledad,
no te sientas en silencio,
afrontando lo pasajero.
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