Solo había una manera de tenerle,
ocultándose en ambientes ajenos,
llamándose tarde cuando todos dormían,
las escabullidas entre sombras
le dieron una pista:
era difícil aceptar que eras la tercera persona.
Era de la única manera de establecer una conexión,
y sentirse acompañado en medio de tanta soledad.
Corrías detrás de un imposible,
y caías en los intentos desesperados
por encontrarle;
tu corazón apresurado se rompía con cada caída.
La fotografía pertenece al autor.
Todos los derechos de autor reservados ©
0 Comments:
Publicar un comentario